31/10/07

P-O-B-R-E-S!!!!


Un ataque de risa fue lo que me dió cuando lei que a nuestra amada, y muy mexicana, Chica Dorada le habian negado la residencia en los Estados Unidos. Hahahahahaha! Mi ataque de risa se prolongó aún más cuando leí que también se la habían negado a su esposo, Nicolás Vallejo a.k.a. Colate (como si nos importara).

Resulta que aquella muchachita integrante de Timbiriche que nos deleitaba con su voz ronca y sus torpes movimientos al ritmo de "Ya llegó la banda" dio positivo en el examen toxicológico que en aquel país hacen para tramitar la residencia.
Así es gente nuestra chica dorada es una drogadicta y su hubby no se queda atrás! Paulino dio positivo en marihuana mientras que Colatito dio positivo no sólo en marihuana, sino tambien en cocaina y extasis.

Hahahaha! ¿Qué porqué me dio tanta risa? Bueno pues porque la Rubio siempre ha andado con aires de grandeza y siempre se ha creido mas de Miami que del D.F. además ese ceseo que se le pegó por vivir dos días en España me desespera!!!

No es que le desee mal a la gente pero que bueno que no podrá tramitar su residencia hasta dentro de tres años!! Qué se regrese al país que le da de comer!! Que se venga a la ciudad más hermosa del mundo!!

Besides quien quiere vivir en Miami!! Ew!
P-O-B-R-E-S!!! Pobres!!


P.S. Se que esto no les pudo importar menos ja!

30/10/07

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOSSSS!!


A MI MEJOR AMIGA, A MI CONFIDENTE, A MI EJEMPLO, A MI HERMANA FATIMA.
Son innumerables las cosas que te tengo que agradecer, incontables los recuerdos al lado tuyo e infinito el amor que te tengo.
Te mando millones de abrazos y besos, muchos globos y serpentinas, mucho pastel y gelatina!!
Eres una de las más grandes inspiraciones en mi vida.
Te adoro sisterna!

28/10/07

Tocando Fondo.

No hay cosa más grave que trabajar los fines de semana. Hace unos cuantos meses me compadecia de la gente que trabajaba los fines de semana, tal vez la compasión no sea el mejor sentimiento pero el chiste es que yo sentía eso por las personitas que trabajaban en las heladerías, los supers, las tiendas departamentales y en general la gente que trabaja en fin de semana. Incluso, y no lo negaré, me sentía afortunada de podere star estudiando y olvidarme de todas mis responsabilidades los sabados y domingos.
Sin embargo, y como dice mi santisima madre, "Dios castiga" y todos esos sentimientos que me afloraban al ver a la gente que me atendía mientras yo compraba, comía, compraba, compraba y compraba, ahora yo los provoco.
Así es, es domingo y yo estoy enmi oficinita muriendome de frio y hambre.
¿Qué diablos hago aqui? La respuesta es de lo más sencilla, para esto me pagan. Cada mes y medio vendré a hacer una guardia los fines de semana para hacer las síntesis informativas y analisis político de la prensa estatal pa que nuestro honorable Presidente las lea. Esta vez sólo vine el domingo porque como soy novatona estoy aprendiendo.
Cuando me toque venir el fin de semana completo estaré más deprimida de lo que ahora estoy!
¿Quién quería trabajar?
¿Quién quería trabajar?

25/10/07

Keeping fit.

¿Qué mejor ejercicio que transbordar tres veces en el metro, subir tres lineas de escaleras para llegar a tu trabjao diariamente, bajarlas para tomar el tren de regreso, subir otras para llegar a tu casa y correr todos los días como desesperada para alcanzar el metro y llegar a tiempo?
Nada supera mi rutina!!!
Mi memebresía del gymansio me cuesta 4 pesos diarios y cuando voy a la escuela y regreso al trabajo y de ahi a mi casa son 8 pesos.
Al diablo con Sport City, lo de hoy es ejercitarse en el metro.

P.S. No se olviden que esto lo hago en tacones. Diooossssss mis pantorrillas estarán para morirse en unos meses!!!!

24/10/07

No tan interesante.

Ok, estoy un poco traumada con el metro, pero cuando dedicas dos horas de tu día a transportarte por el subterraneo debes encontrarle el gusto, de otra forma te volverás loca. Qué mejor forma de "encontrarle el gusto" que observando las raras conductas de la gente y, como diría Charly, sus condicionamientos sociales y culturales.
Sin embargo hoy no hablaré tanto del metro, sino de la escuela, así es, mi sagrada institución, el hogar de los conocimientos, mi alma mater, el ITAM. Y es que hoy en la mañana mientras esperabamos a que el camioncito nos llevara al H. Instituto, le comentaba a Charales, que ayer de regreso a casa me encontre con unos individuos muy alternativos, ya saben, crepes, mucho barniz negro, mucho delineador, muchos aretes y sobre todo mucho, mucho, muuuuucho gel. Total que nuestra conclusión fue, de nuevo, que el metro va lleno de personajes, me incluyo en ellos.
Cuando llegamos al ITAM y recorriamos el pasillo, estilo Palacio de Hierro, me di cuenta que no hay mucha diferencia entre los vagones del metro y el pasillo de rectoría. Justo delante de nosotros iba una muchachona con unos gorros tremendos, era de colores pero tenia como pelos, o sea era tejido pero de muchos colores, no quiero sonar grosera pero la verdad se veía como una peluquita de payasito, muuuuuuuy alternativa (sorry). Más adelante habia una muchachona pintandose, sacando el rimel y acomodándose la pestaña, again costumbres del metro.
La verdad es que no ha sido nada inteligente de mi parte decir que sólo en el metro te encuentras con todo tipo de personajes, estamos en todas partes, en el metro, en la escuela, en el tráfico, en todas partes.
Ni modo, la experiencia de viajar en el metro puede ser poco enriquecedora.
Boooooooo!!!

23/10/07

Sombra aqui, sombra alla

Me impresiona la cantidad de mujeres que se van maquillando en el metro por la mañana.
¿Cómo le hacen? Yo dificilmente puedo tomar agua con tanto movimiento y parada y ellas se las ingenian para hacerse un delineado de ojos que cualquier miembro de una banda punketa envidiaría.
La verdad es que no entiendo porque se pintan en el metro!! Ewwwww!!! Es cero placentero, y por demás tacky, ver a alguien enchinandose la pestaña o quitandose el bigote con las pinzitas!!!
¿Porqué las mujeres no se levantan más temprano y se echan sus polvos y demás menjurges en su casa?
¿Será que prefieren dormir 20 minutos más, por que eso es lo que tarda su rutina de belleza, en lugar de arreglarse propiamente?
¿Qué pensarán los individuos que entran con ellas al metro y las ven con tubos y una cara digna de estas épocas de terror y 10 estaciones después ven salir del vagón a unas reinas (sólo algunas)?

Mujeres maquillense en su casa, el metro no es un tocador!
Genteeeeeee, insisto, subanse al metro!!!

22/10/07

No tan capitalina.

Genteeeeeee!!! No creeran lo que me paso hoy por la tarde!!!
Como muchos o pocos saben ya laboro y soy toda una asalariada, mis horarios por ahora están del terror y digo por ahora porque en una semana cambiarán y no estarán del terror sino lo que le sigue.
Bueno, creo que me estoy desviando de mi punto, como siempre.
Regresando al tema, hoy me quede de ver con Charly para que comieramos en el zócalo debido a que ya me cansé de comer cerca de los Pinos. Comer cerca implica comer en un mercado que esta a unas calles o en uno de los tres restaurantes que piensan que como trabajas en presidencia tu salario se parece al del Presidente. Bah!
Aunque tal vez no lo hayan imaginado siempre opto por el mercadin que aparte de buen precio te ofrece calidá, como muy bien y por muy poco dinero. Pero como ya habrán leido me enfermé de mi estomaguito y aún desconozco las causas, pudieron haber sido las oreo fudge o la leche o la comida que me zampo en "El Chorrito" (nombre del mercado)
De nuevo estoy perdiendo el punto!! Damn it!!!
Bueno como no quería comer cerca le pedí a bb Carlos que nos vieramos para ir a comer al Centro Cultural España un lugar buenisimo justo en el zócalo y como yo estoy enfermita pense que una buena comida no me haría nada de daño.
Goshhhhhhhhhh!!! No me estoy concentrando!!!
Bueno ahora sí, el punto es que me subí al metro, ultimamente odio de sobremanera a este transporte porque se tarda años, se para en cada estacióncomo 20 minutos y me toca ver cada cosas que ni los canales de cable se atreven a pasar a las 12 de la nocche. Bueno, total que me subí con el miedo de que se me hiciera tarde pero me visualizé llegando a tiempo y lo logré, pero casi no completo mi misión y es que en la estación Pino Suarez, en la cual tenía que cambiar para tomar la linea azul que me llevaría al zócalo, me perdí!!!! Así es, ME PERDI!!!!!!
Me perdi en el metro!!!! Un medio de transporte que llevo usando desde hace 4 años y medio!!! Me perdí y me sentí una perdedora!!! Yo que pensaba que ya era toda una capitalinaaaa y me voy a perder en el metro!!
Aparte me perdí de la manera más tonta!!! Resulta que no podía encontrar la correspondencia de Taxqueña y daba vueltas en círuclo evadiendo la ruta que decía salida. Di tantas vueltas que al final termine encerrada en un cuadro y cuando digo encerrada es realmente encerrada!! Encerrada en un cuadro, rodeada de vallas que me impedían dirigirme a los pasillos en los que gente desesperada corría para ir a comer. Cuando de la desesperación me empecé a reir sentí la mirada inquisidora de un individuo, lo primero que pensé fue: Genial, un acosador y yo encerrados en un cuadro!! Sin embargo al voltear vi que era un policiita del metro, me entró la calma...mi salvador estaba a unos cuantos metros, él podría abrirme y yo me podría dirigir a la correspondencia de Taxqueña y así podría llegar a tiempo para comer con Charales, no obstante mi salvador no pensaba lo mismo y lo primero que hizo fue regañarme por estar en una zona prohibida!!
O sea que le pasaaaa!! Zona prohibida??? Estamos en el metro a no se cuantos metros de profundidad, la gente necesita transportarse y no pueden crear zonas prohibidas!!! Dioooooooooossssssssss!!!!!
Total que después de verme como delincuente (como si él no tuviera toda la facha!!!) me abrió una puertita y me dirigi a abordar el tren. Minutos antes de hacerlo me di cuenta que iba en la dirección equivocadaaaa!!!!
Oh my Diosssss!!!! No podía ser!!! Estaba destinada a no llegar a tiempo!! Corriendo me fui del otro lado del metro y deseé por un momento ser uno de esos tipitos que se saltan los carriles del metro, pero como no cuento con esa habilidad tuve que subir y bajar escaleras de nuevo.
Increiblemente no llegué tan tarde y cuando vi a Charly y le conté todo me sentí como de esa gente que dice: Ew!! Que complicado es el metro!
Total que terminamos comiendo en el muy exótico McDo del zócalo, hasta ahora mi estomago no ha protestado por toda esa grasa saturada que he ingerido. Habré sanado???
Es muy posible porque en el camino de regreso al work un señor con healing powers (te agarraba de la mano mientras cantaba unos cánticos religiosos a cambio de unas monedas) me rozó y tal vez me curó!!!!
Les digo que uno se encuentra cada personaje en el metro, que que cosa!!
Genteeeeee!!! Subanse al metrooooo!! No saben que experiencia tan enriquecedora!!


P.S. Ya se sisternaaaa!!! No debo comer esas cosas!!!

21/10/07

Dolores

Ultimamente me duele todo! Si no es mi espalda, es mi cabeza y si no es mi estomago. El punto es que me duele todo, tal vez sea por que ultimamente he estado muy nerviosa o muy tensa o muy cansada, tal vez es el trabajo o la escuela. ¿Algún diagnóstico?
Hoy me duele mi estomago y me choca porque no me puedo concentrar en estudiar Eco Política II.
Tal vez esta ocasión no fue ni el trabajo, ni la escuela, ni la tensión, sino el paquete de galletas oreo fudge que me zampe en la noche.
Ouch!

15/10/07

Fashion Statements

No les causará gran sorpresa que les diga que me encanta la ropa y los zapatos. Los que me conocen saben que soy una adicta a la moda o por lo menos eso intento. Nunca me he vestido como todos los demás y eso ha causado que la gente me clasifique en cierto grupo de personas sólo por el hecho de como me arreglo y combino mi ropa, no me importa... bueno tal vez un poco.
Lo cierto es que a veces, en las mañanas, mientras escojo la ropa que me pondré mi último pensamiento lo dirijo a responder la pregunta de cómo la gente tomará mi vestimenta de ese día.
La verdad es que me choca pensar en mi ropa en función de lo que diga la gente pero creo que eso resulta inevitable para casi todas las personas y digo casi porque definitivamente existen esas personas atrevidas y vale madres de las que el único comentario que te sale cuando las ves es: Que bien se viste!

Mientras perdía un poco el tiempo en el trabajo viendo uno de mis blogs favoritos me di cuenta de que esa gente que se atreve a vestirse justo como ellos quieren es la gente que mejor se ve!

¿¿Qué si me quiero ver como estas compañeras de aqui al lado?? Obvio me encantaría!! Pero tambien hay que ser concientes del cuerpito de cada persona, evidentemente si yo me pongo unos pantalones estilo "Diego Shoening en el video de Tu y Yo somos unos mismo" se me vería mas como un mal disfraz de halloween que como esta muchachona high fashion de 1.80 m. de altura y 40 Kg.
De la moda lo que te acomoda, nunca olvidemos esa regla de oro.

7/10/07

Snape, Snape,Severus Snape... Dumbledore

Al principio se me hizo de lo más estúpido, al final no paraba de reir. Tal vez uno de esos momentos de simpleza.

3/10/07

Las desilusiones más grandes de las mujeres

En lugar de estar trabajando y haciendo lo que mi jefecito me pide me puse a leer uno de mis blogs favoritos, tan favoritos que siento que la mujer que lo escribe es casi como mi mejor amiga. Este post que le he robado, para que todos ustedes lo lean, no sólo me arrancó carcajadas en la oficina, cosa que provoco que los de niñitos servicio social se burlaran de mi, sino que se me hizo tan cierto y ridículo a la vez, especialmente el apartado de cuando cometes el garrafal error de cortate el cabello porque que bien le queda a Halle Berry, que me pareció merecedor de este espacio.
Disfruten.

Nota original en revista Metrópolis de Julio

Hay mujeres abogadas, traductoras de italiano, dermatólogas, lanzadoras de jabalina, actrices. Hay algunas que quieren triunfar en Hollywood, otras casarse y tener muchos hijos, investigar en un laboratorio, o incluso comprarse una granja en el sur. No hay una igual a la otra. Todas tenemos nuestra carrera, nuestros objetivos, nuestros sueños. Todas somos distintas.Sin embargo, nos une el amor. En materia de relaciones y sentimientos, somos todas parecidas. Nos enamoramos y decepcionamos exactamente de la misma manera.Estas nueve desilusiones que detallo a continuación pueden, en principio, parecer un escaso muestrario de la realidad. No obstante, son las que sufre cualquier mujer. Los hombres pueden encontrarlas caprichosas, o incluso superficiales, pero, desgraciadamente, no por ser arbitrarias o subjetivas duelen menos.

1. Cuando te das cuenta que tu papá ya está casado con tu mamá.
Cuando tenés tres o cuatro años, estás convencida de que tu papá es también tu novio. Con picardía e ilusión, le decís a todo el mundo que cuando seas más grande te vas a casar con él. Por las tardes, lo esperas sentada al lado de la puerta, para contarle que, mientras él no estaba, tu celosa y truculenta madre te pegó con un palo, te retó, y te atiborró de acelga. Y si todos estas artimañas, no dan resultado, conspirás abiertamente para desplazarla de la cabecera de la mesa y del lecho conyugal.Llega un día, sin embargo, que, mirando una novela o conversando con un compañero de jardín, tenés una revelación precisa y sombría: tu padre, el primer hombre que te prometió todo, el que te hizo creer que eras la más linda de todas, el que te llevó de viaje y te cubrió de muñecas, el que le dijo a todo el mundo que eras su princesa, en realidad, ya está casado con otra.

2. Cuando una amiga te traiciona
Desde el primer día del jardín de infantes hasta el último año del colegio secundario, la persona más importante de tu vida es otra mujer: tu mejor amiga. Vas a dormir a su casa tantas veces, que sus padres te tratan como a otra hija. Le confesás cosas tan privadas y patéticas, que luego de algunos años, compartís una intimidad soldada, conjunta. Nada puede separarlas. Juntas sobreviven a las injusticias de padres, maestros. Juntas sobrellevan las maldades de otras chicas y el pánico de la adolescencia. Juntas son una sola.Pero llega un día, en que tu mejor amiga besa al chico del que estuviste enamorada, en secreto, durante toda la secundaria. ¡Al amor de tu vida! ¡A tu futuro marido! ¡Al padre de tus hijos! Lo besa y quiebra para siempre tu cándida confianza de íntima amiga. De alguna forma, la trastornada llegó a la conclusión de que tu pasión también era la suya. Y ese beso la transforma en una persona distinta, lejana, siniestra. Una persona que nos recuerda, que una amiga es una amiga, pero también es otra mujer.

3. Cuando te cortás el pelo bien cortito pensando que ibas a quedar fantástica y quedás como Gustavo Bermúdez
Cada tanto las mujeres nos levantamos insatisfechas. Algunas veces, intentamos solucionarlo comiendo cuatro kilos de masas finas, llorando frente al espejo o gastando toda la plata del alquiler en trapitos caros y mal cosidos que jamás nos vamos a poner. Pero también, de vez en cuando pasa, que ese mismo día concurren otras dos variables: hace calor y vemos una película de Halle Berry.Apenas la vemos, pensamos en lo linda que es, en lo bien que le queda el pelo corto y en lo cómodo que debe ser cuidarlo, y decidimos (como si pudiésemos decidir algo con tanta tristeza) que nosotras necesitamos un cambio como ese.Al día siguiente, le marcamos prepotentemente la foto de una modelo semi-calva al peluquero, que babea, degenerado, pensando en todo lo que va a poder tusar. Mientras nos corta el pelo, revolvemos revistas, hablamos frivolidades y nos imaginamos nuestro nuevo look. Cuando termina su tarea y gira la silla la imagen resulta tristísima. Además de una mujer deprimida, somos, desde ese momento, una mujer galletona y masculina, con el corte de un colectivero. Y no habrá hebillita, fijador de pelo o postizo que nos pueda ayudar.

4. Cuando te preparás durante días para una cita y el tipo no aparece.
Hace unos siete años, cuando todavía era soltera, gasté $550 en una cita. Me compré un par de zapatos y una cartera, un perfume y ropa interior. Más tarde, fui a la peluquería y me corté el pelo, me hice un baño de crema, y me arreglé las uñas de las manos y de los pies.Un tiempo antes, una amiga me había hablado de un amigo. Me había contado, casi como si fuera un héroe legendario, que era inteligente, cariñoso, y tenía una pequeña empresa propia que adoraba.Esto podía, en principio, parecer una buena noticia. Incluso una foto había corroborado que, en efecto, era buenmozo. Sin embargo, al lado suyo, yo era un prospecto deprimente: todavía me sobraban unos cuantos kilos, estaba cambiando de carrera y mi trabajo me parecía odioso.Recuerdo que cuando me pasó a buscar, bajé aterrada. Recuerdo que el corazón me palpitaba como una bomba en la garganta. Y recuerdo, también, la desilusión que sentí al verlo.Era como la versión desprolija del príncipe azul que me habían prometido. Tendría unos treinta kilos más que en la foto, un pantalón que se apretaba debajo de su enorme panza, y coronas de aluminio en tres o cuatro dientes. Y como si eso fuera poco, su auto estaba tuneado como una barcaza infernal.Sentí una furiosa decepción. No porque fuese espantoso y además, un imbécil. Sino porque me había gastado $550 al pedo, cuando con peinarme hubiese alcanzado. Quería darle vuelta esa chata inmunda, hacerle comer su foto, pegarle con una fusta a mi amiga y, exigir el reintegro del dinero invertido en esa larga noche de terror.Las tarjetas de crédito deberían asegurar las citas, -como aseguran los viajes, las compras, los retiros en efectivo del cajero- y reintegrar el importe invertido en peluquería, si la experiencia no satisficiera las expectativas del cliente.

5. Cuando te rompen el corazón por primera vez.
El primer hombre que me rompió el corazón fue Christopher Reeve. Me enloquecía su ceñido traje de superhéroe y el rulito congelado que llevaba en la frente. Quería casarme con él, tener sus hijos, zurcirle las medias, plancharle las camisas.Mi mamá consiguió la dirección de su fan club y le escribí una esmerada carta declarándole mi amor. Contra todos los pronósticos, a las seis semanas recibí una respuesta. El sobre contenía la agradecida fotocopia de una carta impresa, una foto de Superman parado en la luna, y un folleto con filmografía y otros datos. No me desmotivaron su dedicatoria impersonal ni su firma mentirosa, pero la lista de sus películas me partió el alma. Yo sabía que Christopher Reeve era Superman, y que Superman era Clark Kent, y podía vivir con eso. Tenía amor para los tres. Pero no para los otros. Según su filmografía, mi hombre era también cuatro sacerdotes (dos pobres y dos cobardes), un estafador profesional, un mayor del ejército, un bostoniano remilgado y un astronauta.No fue el primero en hacerme creer que era alguien que no era y romperme el corazón con sus mentiras, pero si el primero. Y dicen que el pega primero, pega dos veces.

6. Cuando te das cuenta que tu marido es igual a todos los maridos de las series del canal Sony.
Me enamoré de mi marido porque era brillante, ingenioso y porque escribía bien. Pero también porque era diferente. El no iba a ser un abogado proveedor y yo su incubadora postergada. Íbamos a ser compañeros. Íbamos a leer, a viajar, a ver películas, a cocinar, a criar un gato.Sin embargo, llegó un día en el que mi marido empezó a mutar. Comenzó con un hábito premonitorio que francamente no supe interpretar: dejaba pirámides de vasos y envases de postrecitos en la mesa de luz. Luego siguieron las peores fechorías: toallas húmedas en el piso, regueros de yerba húmeda coronando el tacho de basura, botellas y leches vacías en la heladera, o lo que es peor, dedos con mermelada en mi notebook y en la lectora de dvd. Sin embargo, nada de esto constituía un peligro concreto. O eso creía yo. Hasta que llegó el día del canapé.Como mi marido es de los que lloran cuando tienen hambre, antes de las comidas, yo suelo hacerle una entradita mientras mira televisión. Desgraciadamente, un día, distraído con un partido de tenis, tiró todas las tostaditas con paté al piso. Cuando entré, estaba se chupaba los dedos hipnotizado con un tie break, como si al lado de la cama no hubiese una serpentina de cebollín y tostadas adheridas al piso a la manera de ventosas. Shockeada, le dije: “Gordi, ese piso estaba limpio…” Y él contestó, feliz y sorprendido: “¡Ay! ¡No sabía!” Y se agachó, junto las tostadas, y se las comió.

7. Cuando te meten los cuernos.
La comedia romántica es mi género preferido. Me encantan las películas de Drew Barrymore, de Renee Zellwegger y de Meg Ryan, porque son como yo: imperfectas, torpes, vulnerables, impulsivas.Odio, en cambio, las de Cameron Díaz, Julia Roberts o Gwyneth Paltrow porque son como ellas tres: gélidas, almidonadas e inverosímiles.El caso de Jennifer Aniston es más complejo. Sus comedias siempre me resultaron insulsas y ella misma no me generaba ninguna empatía, sin embargo, un buen día se divorció de Brad Pitt y todo cambió. Desde entonces, ella tiene, para mí, un candor especial, y sus comedias, siendo las mismas, me hacen reír.No hay ninguna enfermedad que se propague de forma tan efectiva como el síndrome de Jennifer Aniston. No hace falta más que hablar con una amiga o prestarle una revista para contagiarla.A las mujeres, nos conmueve cualquier cosa, pero sólo una realmente nos quiebra: que le rompan el corazón a otra mujer. Somos capaces, quizá, de cerrarle la puerta a un perro que pide comida o de ahorrarnos una limosna, pero jamás podríamos darle vuelta la cara a una mujer engañada por su marido.El de Jennifer Aniston es, además, el caso extremo (casi rozando la pesadilla). Su marido la engañó con la mujer más sexy del mundo, se casó con ella, adoptó a todos sus hijos, la embarazó de mellizos y salió en millones de revistas cargando pañales y enfriando mamaderas.Todas buenas razones para que a mí me gusten ella y todas sus películas.

8. Cuando hacés dieta y no adelgazás ni 100 gramos.
Una mujer que hace dieta una semana y luego no baja de peso, además de ser una gordita, es un brusco animal herido. En efecto cuando se baja de la balanza, se parece más a un toro al que le clavan las primeras banderillas que a una mujer decepcionada.Es tal su enojo, que, en la mayoría de los casos, se arroja sobre una montaña de panes con manteca o una bañadera de mayonesa, creyendo, ilusa, que es una suerte de venganza contra el Dr. Cormillot.Esta obtusa vendetta, lejos de serenarla, ensancha el problema hacia el infinito. Con seguridad, la semana siguiente, aun habiendo esquivado chorizos pecadores y una pastafrola tendenciosa, la balanza le hará pagar, con adiposidades, cada despechado mignoncito. Y a su vez, esta misma experiencia potenciará un nuevo festival de lágrimas y carbohidratos, que no tardarán en hacerse cadera y pantorrillas.Una mujer que hace dieta una semana y no baja de peso, no es una gordita triste, es una crisálida de hiperobesa.

9. Cuando te prometen todo y te dejan a los 4 días.
Así como hay sádicos a los que les gusta amagar que van a levantarse y bajarse del colectivo para ilusionar a la gente que va parada, también hay hombres a los que les encanta usar el tiempo futuro, decir “nosotros” en todas las oraciones e, inmediatamente después, desaparecer.Los síntomas no tienen misterio. En general, declaran amor a primera vista y te presentan a sus amigos en la segunda cita. También adoran decirte “cuando nos casemos” y “cuando vayamos juntos de vacaciones” en la misma semana que dicen “fuimos demasiado rápido” y “necesito espacio”.El problema es que, no importa cuánto hayamos madurado, caemos siempre en la misma trampa, y no por sacar la venda de un tirón, la herida duele menos.

1/10/07

I feel better.



If I kiss you were its sore
Will you feel better?

Parece que las cosas cambian, algo nuevo comienza, sólo falta algo, sólo faltas tú.