29/6/10

mis clases de yoga

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Ok, debo confesar que antes de entrar al gimnasio era de las que trasehaban el yoga. Oh sí, lo despreciaba y mucho.

Alguna vez, en mis varios intentos por adelgazar los kilos que subí durante la universidad (#gordita) entré a una clase de principiantes y se me hizo taaaaaaaaaaan aburrida, que juré nunca volver a entrar y hablar siempre mal de la disciplina. Y así lo hice, pregunten.

He aquí la recreación:

1) Angita llega a la clase y toma un tapete, se sienta.
2) Llega el profesorsito, toma un tapete, se sienta.
3) El profersorsito pregunta si alguien ha tomado yoga antes (yo soy la única nerda que no).
4) Comienza la clase.
5) Junten sus manos, respiren con los pulmones (WTF, qué no respiramos con ellos todo el tiempo??)
6) Respiren con los pulmones, extiendan sus columna, cierren su sacro (mi qué?), cierren costillas (ah chingá!), coxis en el piso (estabamos levitando??). Respiren.
7) Respiren. Respiren. Respiren. Respiren. Respiren........... me perdieron.
8) zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz--zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz-zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
9) Gracias por venir (Qué, eso fue todo?? Nada de sudor, nada de dolor??)

Y así la recuerdo.

Creo que tenía bastantes razones para odiarla y afirmar que no aportaba nada a mi condición de obesa, así que decidí seguirle entrando a la garnacha y terminar la carrera.

Vario año después de aquella decisión, regresé al tan temido gimnasio. Ya con menos kilos, pero con más años, llegué a la decisión que toda mujer en su edad adulta toma, comenzar a hacer un poco de dejercicio y reducir las probabilidades de quedar soltera.

Después de haberme quitado un riñón para pagar la membresía , me enfrenté a la caminadora y a un "entrenador" al que no le podía valer más mi cuerpo, tal vez porque dos semanas después desaparecería para unirse a la competencia... or maybe a las filas del crimen organizado, who knows.

Lo único bueno de ese dude es que después de tres días de haberme torturado con una escaladora, me olbigo a meterme a yoga, '"quesque" me iba a hacer bien relajarme'. A regañadientes (mi mamá estará orgullosa del uso que le doy a esa palabra) llegué a la clase y oh deja vu... Angita agarra su tapete, se sienta..

Waiiiiiiit... esta vez fue diferente (oh sorpresa), esta vez me callaronn la boca. No solo mi clase fue la cosa más cansada ever del mundo mundial, noooooo, mi clase es divertidaaaa y llena de personajes dignos de este espacio. El personaje principal, obvio, es el maestro, quien tiene una conexión especial con sus chakras, el mini budha que lleva diario, sus 108 malas que recita cada que inicia y con el aceite con el que nos masajea (oh sí, ma-sa-jea, pero esa es otra historia)!!

Ya les iré contando qué tanto me conecto con adobnuca (seguro esa es una posición o seguro es una palabra que acabo de inventar, do the research), por lo mientras ando contenta!

Hoy es Goldfrapp, mañana comento!
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28/6/10

El último intento.

Varias veces he querido recuperar mi gusto por escribir en este espacio, todas ellas han sido fallidas. Prometo (por lo menos a mi misma) que esta será la última, ¿por qué? pues porque tambien prometo (de nuevo a mi misma) dejar que los pretextos de siempre me estorben al hacer lo que realmente disfruto.

#hedicho