14/7/10

Y que se acaba el mundial.

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Ok, el mundial se acabó el domingo y hoy es miércoles, whatever.

La verdad es que no soy gran fan del futbol, pero sí sé mucho más del deporte que varia amiga (gracias pá), así que cuando llegó el mundial, aquel 11 de junio, yo estaba más que emocionada.
Los factores eran varios y variados, la selección mexicana parecía tener una pequeña posibilidad de llegar al quinto partido (sisisi así de mediocres somos), la de Eslovaquía decían que prometía y Francia, Italia y Holanda... pues Francia, Italia y Holanda (#ñams). A eso súmenle que mis compañeritos de la oficina organizaron una quiniela en la que me veía gran y única triunfadora.
Lo malo es que el tiempo pasa y el destino llega, como siempre de la peor forma. México nos emocionó al ganarle a Francia, para que después Uruguay y Argentina nos metieran una atorada épica. Ni las cejas del Chicharito, ni los contratos de Rafa Márquez y mucho menos el osito Bimbo nos llevaron al quinto partido, ni pedo.
Eslovaquia no llego a semifinales como se pronosticaba y con ella se fueron Francia e Italia con un futbol lamentable, digno del llano en donde crecí (chequense mi conocimiento).
En un mundial lleno de sorpresas, no siempre las mejores, Holanda seguía invicto y el que yo había pronosticado como campeón del mundo en mi quiniela, España, también. Había esperanza, el espíritu de Chabelo-que siempre me acompaña- no dejaba morir mi optimismo.
Llegaron las semifinales y el que nos mandó al segundo lugar de grupo, Urugay, se estaba peleando el tercer lugar con Alemania ( a quien no le haré ni un poco de fiesta because they are overrated, ya dije).
La tristeza por el final del mundial se dejaba sentir desde inicios de semana, ya no habían tantos partidos y por lo tanto el deleite visual era cada vez menos.
La gran final, el día D, la tarde triste o gozoza, había llegado. España y Holanda competían por la copa del mundo (que por cierto me la imaginaba más grande, pero es pequeña, pequeña) y lo hiceron mal, muy mal (recuerden que este es mi blog y si digo que jugaron mal, así fue). Holanda y el babababe del mundial, Seneijder, se dedicaron a dar patadas y a demostras sus habilidades histriónicas, mientras que España trató de jugar el futbol que no mostró en todo el mundial. Aún así, faltando dos minutos para que terminara el segundo tiempo de los tiempos extras (sí, la gran final) la furia roja metió el gol que los hizo acreedores al título y a una foto en la mitad de la cancha con un fondo musical de Key$ha... priceless isn't it??

El domingo nos sobraban pretextos para festejar y así lo hicimos... yada, yada. Hoy miércoles mi vida sin los futbolistas y sus maravillosos uniformes se siente un poco incompleta. No ver a Sneijder, Piqué, Forlan o incluso Chicharito, le quita un poco de emoción a mi día.. ni el sol sale.

Sudáfrica en qué me has convertido????

Seguro la fiebre pasa en un par de horas.

Por cierto, no gané la quiniela... hice mal la suma y había una compañerita con más puntos #todomal.

En fin, nada nuevo bajo el sol.

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1 comentario:

Fa. dijo...

Debes saber mucho porque el día dos del mundial me dijiste que España era uno de los favoritos para ganar el mundial!

Y no te creí. Y me arrepiento. O no!

;)

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